Se trata de un mega proyecto más que se ejecuta sin transparencia. A pocos días de iniciar la obra no se conoce que empresa o empresas son las que en definitiva ejecutarán el proyecto, cuánto cobrarán o cuáles son las condiciones en que se dieron las adjudicaciones, entre otros aspectos.
La represa El Chaparral en principio sería construida con un financiamiento del Banco Centroamericano de Integración Económica, mediante un préstamo de 140 millones de dólares, según la Memoria de Labores de esa entidad financiera correspondiente al año 2007:
Para el Eje Estratégico de Integración Regional, se asignaron aprobaciones por US$242.3 millones. De este total, se aprobaron US$140 millones para la construcción y puesta en operación de una central hidroeléctrica (El Chaparral) de 64.4 MW de capacidad y una unidad adicional de 1.4 MW para autosuministro de energía eléctrica. Con este proyecto, se ahorrarán importaciones de petróleo en cerca de 380,000 barriles anuales.
También se reducirán cerca de 116,000 toneladas de CO2 anuales. La energía generada ingresará directamente al Sistema Nacional Interconectado, por lo que beneficiará a todo el país.
La primera licitación, lanzada en 2006, fue declarada desierta. De las doce empresas que participaron dos fueron las finalistas, la italiana Astaldi y el Consorcio Constructor Chaparral. Esta última, que está integrada por la brasileña Andrade Gutiérrez y Voight Siemens Hydro Power Generation, fue la que logró pasar a la última fase, pero su oferta, de 239 millones de dólares, era superior al presupuesto original.
La CEL modificó los términos de referencia del proyecto y abrió una nueva licitación. Esta fue anunciada en enero de 2008 bajo el título “Licitación Pública No. CEL-2471“. Se presume que las bases de licitación fueron adecuadas para que las empresas finalistas, Astaldi y el Consorcio Constructor Chaparral, pudieran ofertar de nuevo y que una de ellas se quedará con la adjudicación. Algunas fuentes, sin tener confirmación, sostienen que la ganadora ha sido el Consorcio Constructor Chaparral.

La Constructora Andrade Gutierrez es reconocida como una de las mayores empresas de construcción pesada en América Latina. Es parte de uno de los principales grupos privados de Brasil. Por su parte, Voith Siemens Hydro Power Generation es un asocio enre Voith y Siemens, dedicada al suministro de equipos hidroeléctricos y servicios para plantas eléctricas.
Como lo apunta Ernesto Rivas en su blog, el precio ofertado en la primera licitación por el Consorcio Constructor Chaparral, de 239 millones de dólares, parece desproporcionado con respecto al costo que tienen otras represas construidas en la zona, tomando de referencia la capacidad de generación de energía eléctrica. De mantenerse la misma oferta económica, en El Chaparral el costo de inversión por megavatio sería de 3.71 millones de dólares.
En Guatemala, la construcción en marcha de la hidroeléctrica Xacbal, con una capacidad de 94 megavatios, tiene un costo de 182 millones de dólares. Es decir 1.93 millones de dólares por megavatio. Mientras que en la hidroeléctrica Palo Viejo, con una capacidad de 80 megavatios, la italiana Enel invertirá 200 millones, o sea 2.5 millones de dólares por megavatio.
Según fuentes al interior de la CEL, un asunto que preocupa con respecto al proceso de adjudicación de El Chaparral, además de la falta de transparencia, es que a cargo del mismo ha estado el abogado Julio Valdivieso, ex viceministro de transporte. Éste, aunque ha sido señalado en el caso de la Revisiones Técnicas Vehículares (RTV), hasta ahora no ha sido investigado.
Al respecto, en una reciente entrevista concedida a La Prensa Gráfica por el empresario español Joaquí Alviz, quien inicialmente había ganado las RTV y que esta señalado por la Fiscalía de pagar sobornos en ANDA, advirtió lo siguiente:
No, perdón, se llama Mustang de El Salvador, y quien está detrás de esa empresa es Juan José Domenech. Él ha montado todo el lío. Me llamó a una reunión y me dijo que o le cedía las RTV para él, o para ellos, porque es un grupo donde también están Julio Valdivieso y gente del Gobierno, o me iban a echar del país y por Dios que lo hicieron, lo hicieron. Querían las RTV.
Otro asunto que preocupa, de ser el Consorcio Constructor Chaparral el ganador de la lictación, es la participación de la alemana Siemens, empresa que tiene la práctica de pagar cuestionables comisiones a lobistas y que ha sido acusada en varias ocasiones de dar sobornos para obtener contratos gubernamentales. A continuación se cita un reportaje publicado por El País en mayo de 2007, titulado “La corrupción arroja a Siemens al precipicio”.
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