
Cecilia Ortiz
“En la llena lo peor fue cuando la borda se rompió, el agua subió dos metros. Ese día lo pasamos en el techo (de la casa). Tuvimos que salir en caballo.”
Así recuerda Marvin Quinteros la experiencia que vivió el año pasado cuando la borda del río Lempa cedió en un tramo cercano a su vivienda durante el paso de la tormenta Stan. Marvin y su familia regresaron un mes después a su casa ubicada en la comunidad Taura, que fue de las que resultó más afectada por el rompimiento de la borda en el punto conocido como Los Ranchos, lo que provocó inundaciones en la zona. Ahí un tramo de la estructura de unos 100 metros fue arrastrado por el río.
Desde el pasado 29 de abril, trabajadores de una empresa privada trabajan en la reparación de ese y otro tramo de borda en el sector llamado La Arenera. Las obras están casi terminadas y ahora su eficiencia es cuestionada.
Ambos tramos de la estructura se han reconstruido con un muro de gaviones de piedra y arena, que a criterio de la alcaldía y de los pobladores no podrá contener la crecida del río. De hecho, según Jorge Avilés, subcoordinador de la Comisión de Protección Civil del municipio, esto quedó comprobado con las lluvias del fin de semana pasado, cuando una considerable cantidad de agua se filtraba por abajo de los gaviones, y que esto es preocupante ya que los niveles de lluvia no han sido tan elevados. Esta opinión la comparte el encargado de proyectos de la alcaldía, Wilfredo Carranza. Este considera que la fundación del muro no es la adecuada, ya que está asentado sobre un relleno de arena, al igual que el centro de la estructura, entre las dos paredes de gaviones.
Según Carranza, lo mejor habría sido una base de suelo cemento (mezcla de tierra blanca y cemento), ya que a su criterio el problema es la fundación de la borda.
En respuesta, el jefe de campo de la obra, Carlos Alfaro, señaló que la empresa construye la obra basada en el diseño del MAG.
Las evacuaciones serán un hecho
La municipalidad y las comunidades tienen un plan de evacuación. Tienen determinados los sitios.
Ricardo Minero Guzmán vive en una de las casas más cercanas al tramo de borda reparada. Para él, la borda es un riesgo más que una protección, ya que, según dijo, no es necesario ser un experto para saber que la obra no resistirá cuando el río crezca por las lluvias y por la liberación del agua de la presa 15 de Septiembre.
“Para mí es un peligro, porque lo poco de agua que va a salir por allí cuando el agua arrastre esa borda nos puede hasta matar si estamos aquí. Va a pasar como el año pasado, cuando se rompió y todo esto quedó inundado”, sentenció.
Para este residente de la zona, el peligro está en que en ese tramo de la borda la acumulación de agua será mayor, ya que mientras en el resto de la borda el agua sube y se detiene, por ese lugar encontrará salida.
Evacuaciones, un hecho
Para el subcoordinador de la Comisión de Protección Civil municipal, Jorge Avilés, las evacuaciones de familias del bajo Lempa son seguras, independientemente de si la borda resiste o no.
“Para agosto ya la tierra está saturada de agua y con tres días de lluvia el río se desborda e inunda la mayoría de comunidades de la zona. Será necesario evacuar, con borda o sin ella no hay garantía de nada.”
La comisión ya tiene determinados los cuatro albergues en donde se ubicará a la gente evacuada. Estos son la iglesia católica, el mercado municipal de San Nicolás Lempa, la escuela del cantón El Playón y el centro de convenciones pentecostal del cantón.
Según Avilés, la municipalidad y las comunidades ya tienen un plan de atención para las familias.
“Queremos estar prevenidos con todo, para que la emergencia no sea mayúscula”, aseveró.
Así recuerda Marvin Quinteros la experiencia que vivió el año pasado cuando la borda del río Lempa cedió en un tramo cercano a su vivienda durante el paso de la tormenta Stan. Marvin y su familia regresaron un mes después a su casa ubicada en la comunidad Taura, que fue de las que resultó más afectada por el rompimiento de la borda en el punto conocido como Los Ranchos, lo que provocó inundaciones en la zona. Ahí un tramo de la estructura de unos 100 metros fue arrastrado por el río.
Desde el pasado 29 de abril, trabajadores de una empresa privada trabajan en la reparación de ese y otro tramo de borda en el sector llamado La Arenera. Las obras están casi terminadas y ahora su eficiencia es cuestionada.
Ambos tramos de la estructura se han reconstruido con un muro de gaviones de piedra y arena, que a criterio de la alcaldía y de los pobladores no podrá contener la crecida del río. De hecho, según Jorge Avilés, subcoordinador de la Comisión de Protección Civil del municipio, esto quedó comprobado con las lluvias del fin de semana pasado, cuando una considerable cantidad de agua se filtraba por abajo de los gaviones, y que esto es preocupante ya que los niveles de lluvia no han sido tan elevados. Esta opinión la comparte el encargado de proyectos de la alcaldía, Wilfredo Carranza. Este considera que la fundación del muro no es la adecuada, ya que está asentado sobre un relleno de arena, al igual que el centro de la estructura, entre las dos paredes de gaviones.
Según Carranza, lo mejor habría sido una base de suelo cemento (mezcla de tierra blanca y cemento), ya que a su criterio el problema es la fundación de la borda.
En respuesta, el jefe de campo de la obra, Carlos Alfaro, señaló que la empresa construye la obra basada en el diseño del MAG.
Las evacuaciones serán un hecho
La municipalidad y las comunidades tienen un plan de evacuación. Tienen determinados los sitios.
Ricardo Minero Guzmán vive en una de las casas más cercanas al tramo de borda reparada. Para él, la borda es un riesgo más que una protección, ya que, según dijo, no es necesario ser un experto para saber que la obra no resistirá cuando el río crezca por las lluvias y por la liberación del agua de la presa 15 de Septiembre.
“Para mí es un peligro, porque lo poco de agua que va a salir por allí cuando el agua arrastre esa borda nos puede hasta matar si estamos aquí. Va a pasar como el año pasado, cuando se rompió y todo esto quedó inundado”, sentenció.
Para este residente de la zona, el peligro está en que en ese tramo de la borda la acumulación de agua será mayor, ya que mientras en el resto de la borda el agua sube y se detiene, por ese lugar encontrará salida.
Evacuaciones, un hecho
Para el subcoordinador de la Comisión de Protección Civil municipal, Jorge Avilés, las evacuaciones de familias del bajo Lempa son seguras, independientemente de si la borda resiste o no.
“Para agosto ya la tierra está saturada de agua y con tres días de lluvia el río se desborda e inunda la mayoría de comunidades de la zona. Será necesario evacuar, con borda o sin ella no hay garantía de nada.”
La comisión ya tiene determinados los cuatro albergues en donde se ubicará a la gente evacuada. Estos son la iglesia católica, el mercado municipal de San Nicolás Lempa, la escuela del cantón El Playón y el centro de convenciones pentecostal del cantón.
Según Avilés, la municipalidad y las comunidades ya tienen un plan de atención para las familias.
“Queremos estar prevenidos con todo, para que la emergencia no sea mayúscula”, aseveró.
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