"Las malas condiciones de la margen derecha son conocidas por el
Contratista Astaldi S.p.A. desde la etapa de licitación, ya que fueron
incluidos en el informe de Diseño Básico". Así de contundente fue la
conclusión a la que llegó la empresa supervisora de los trabajos en El
Chaparral y a cuya copia tuvo acceso El Diario de Hoy.
El
informe de supervisión que realizaron dos firmas consultoras para la
Comisión Ejecutiva Hidroléctrica (Cel), Euroestudios Ingenieros de
Consulta e Ingenieros Consultores (Ingetec S.A.), prácticamente refuta
los argumentos que dio la empresa italiana para justificar los atrasos
en la megaobra y pedir al Estado una millonaria indemnización
adicional.
Además, el informe señala otras fallas u omisiones en las que habría incurrido la constructora.
La construcción de la represa se paralizó en 2010 después que se
alegó que "la montaña se había movido" por causa de dos tormentas, un
argumento que fue descartado posteriormente por las autoridades, pero no
se aclaró qué fue lo que sucedió en realidad.
Lo que sí está
claro es que en el acuerdo directo al que llegó con la Cel por petición
de esta última, la firma italiana dejó sentado que el atraso en los
trabajos en El Chaparral se debía a "imprevistos imprevisibles en la
margen derecha de la obra" y que los había hecho incurrir en costos por
más de $52,3 millones. Pero lo que se cuestiona es que el gobierno
decidió pagarle $108.5 millones por una obra inconclusa.
El mismo
presidente Mauricio Funes salió a justificar ese pago, argumentando que
si no lo hacían se corría el riesgo de ir a un arbitraje que hubiera
resultado más caro.
Sin embargo, ese monto es casi la mitad del
total que costaría la represa ($219 millones) y para lo cual Astaldi se
comprometió a entregar bajo un contrato llave en mano (sin cambiar
precio y plazo) en febrero de este año y que debía estar generando 66
megavatios como dice el contrato original.
La empresa ya había recibido un anticipo de $79.8 millones, según consta en los acuerdos para concluir el contrato.
Funes
explicó en septiembre pasado que "se le agregaron aproximadamente unos
23 millones más porque era un acuerdo al que se llegó por los daños y
perjuicios que se le otorgaban a la empresa como resultaba de renunciar
voluntariamente al arbitraje".
Pero el diputado de ARENA, Edwin
Zamora, miembro de la subcomisión especial que ve el caso Enel-Cel y
asuntos relacionados, cuestiona esa indemnización, sobre todo porque el
informe de supervisión bota los argumentos de Astaldi de que fue "una
sorpresa total" los problemas de inestabilidad encontrados en la margen
derecha del macizo y que fueron recientes e inesperados, por lo que
detuvieron los trabajos en la zona de la presa.
Con esos
argumentos Astaldi logró la suspensión del contrato con el Estado
salvadoreño y que este le pagara $108.5 millones por los trabajos
inconclusos de la represa, por los que el gobierno le pagó ese dinero
reconociéndole el 38.7 % de avance basándose en un informe de
supervisión.
Para el diputado Zamora, este informe de supervisión
deja manifiesto que Astaldi ya tenía conocimiento previo de esas fallas
desde que concursó en el proceso de licitación. "El tema aquí queda
clarísimo en el informe de supervisión que desde el principio se sabía
que había que trabajar con el talud debido a las condiciones geológicas
de esto", argumentó.
En esta auditoría externa en el que se basa
Zamora se exponen algunos comentarios en los que deja sentado que dado
el conocimiento previo de las fallas en la margen derecha de la presa
que tenía la empresa contratista, debe ser la única responsable de
atender esos problemas.
"Bajo ninguna condición debe permitirse
un segundo contratista en la obra que tiene como único responsable a
Astaldi S.p.A", sugieren los supervisores en su informe.
Cuestionan más detalles
En
ese documento también le lanzan varias preguntas a Astaldi, a la que
achacan que no entrega el análisis en el que "demuestre que la
alternativa presentada es la óptima técnica y programáticamente".
¿Por
qué en la margen derecha se hace un reemplazo de material? ¿Por qué no
se hace una excavación más amplia en la margen derecha para disminuir la
profundidad de la pantalla en concreto?, son dos de las interrogantes
que le hacen los supervisores a Astaldi.
También le cuestionan que
no haya entregado el análisis donde demuestre que ha solucionado las
interrogantes planteadas por su asesor Giovanni Lombardi como el caso de
los "posibles movimientos a través de las diferentes capas de arcilla" o
cómo "los supuestos movimientos del macizo" afectarán la presa.
Otros señalamientos
Los
supervisores también le recuerdan a la empresa constructora de El
Chaparral qué cuidados debía tener en la ejecución de los trabajos.
"Las
estructuras que se proyecten construir en este sector deberán ser
proyectadas cuidadosamente sabiendo que las propiedades de resistencia y
deformabilidad no son las mejores".
Pero también le dice que ha
realizado una "inadecuada" excavación. Para ello refiere al numeral 6 de
ese Diseño Básico en el que dice que las malas condiciones geotécnicas
del macizo, agravadas por la inadecuada tarea de excavación y soporte,
generaron problemas de estabilidad de la galería de la margen derecha.
Debido
a eso, le alertan a Astaldi sobre la necesidad de una planificación
adecuada de las obras superficiales y subterráneas que se proyectan
construir en ese sector.
Por tanto, los supervisores de la obra
insisten que para los constructores no eran desconocidos los problemas
geolóticos en la zona.
"De lo anterior se concluye que, era claro
para los licitantes que la situación geológica y geotécnica de la margen
derecha era extremadamente complicada y desfavorable, como lo menciona
el consultor Lombardi, siendo por lo tanto previsible para el
Contratista Astaldi".
Siempre haciendo referencia al Diseño
Básico denominado Estudios geológicos/geotécnicos y específicamente al
mapeo geológico en el área de la presa, banco de préstamo y cantera, en
el numeral 2, los supervisores reiteran que las empresas licitantes,
entre ellos Astaldi, tenían conocimiento de, por ejemplo, la
inestabilidad del estribo derecho al ser excavado sin tratamiento.
Dice
primero: "Resaltamos que en la obra, la margen derecha ha sido excavada
sin una adecuada planificación, sin considerar taludes estables, ni de
algún sistema de soporte, quedando además expuestas a las condiciones
climáticas por largo tiempo, todo lo anterior, también puede propiciar
la generación de fisuras e inestabilidades".
Y luego remarca: "Esta situación ya ha sido advertida en varias oportunidades al Contratista Astaldi S.p.A".
Los
supervisores cuestionan a Giovani Lombardi, a quien identifican como
asesor de la constructora, por afirmar que el resultado de la
instrumentación de control instalada ha detectado movimientos debido a
eventos de lluvia, pero que no entrega documentación técnica que soporte
dicha afirmación.
También cuestionan a Lombardi cuando dice que
las fallas encontradas en la margen derecha de la presa fueron
inesperadas y recientes.
En sus comentarios, consignados en el
informe de supervisión, Lombardi dice que ha sido "una sorpresa total"
el que se hubieran encontrado con una diferencia entre las dos laderas
de apoyo en el sitio de la presa.
Lombardi sugiere "una revisión fundamental del proyecto de la presa", según consignan supervisores.
Pero
los auditores le refutan que "no es una sorpresa total" que se hayan
encontrado con la diferencia de condiciones , pues esta "era bien
conocida desde el Diseño Básico, documento fundamental en el proceso de
licitación".
"Las condiciones geológicas del sitio fueron objeto
de extensa campaña de investigaciones geológicas y geotécnicas", dice el
supervisor y luego detalla todos los estudios hechos en el sitio al
tiempo que enfatiza que dada esas características geológicas del sitio,
en especial en la margen derecha van a requerir tratamientos de
fundación.
Los técnicos señalan que una gran parte del estribo derecho se sitúa sobre terreno que muestra "condiciones inestables".
Y agregan que la contratista Astaldi "debe presentar específicamente
qué condiciones no conocía por los documentos contractuales".
Por
su parte, Zamora considera que la contratista no cumplió en el proceso
de construcción esas recomendaciones de los supervisores como tampoco
entregó un diseño definitivo de la obra, a lo que estaba obligada.
"Las
recomendaciones de las condiciones geológicas y las recomendaciones de
cómo manejar esas condiciones geológicas existían desde antes de la
licitación y Astaldi las conoció cuando ofertó", afirma el legislador.
En
conclusión, asegura: "el argumento de que esas condiciones son los que
llaman a una indemnización adicional de acuerdo a este informe, no son
argumentos sólidos".
Astaldi declinó opinar sobre el informe de supervisión y las aseveraciones de Zamora.
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